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Moción de la Concejala no adscrita, Dña. Pilar Rivas Navarro en defensa de la reducción en origen de la producción y uso de plásticos.
Fecha del Pleno:
28/09/2018
Número de acuerdo:
341/2018
Grupos políticos:
Concejala no adscrita
Fases:
Moción:
Se ausenta de la sesión el Sr. D. Raúl Fernández Asensio.
341
Moción de la Concejala no adscrita, Dña. Pilar Rivas Navarro en defensa de la reducción en origen de la producción y uso de plásticos.
Finaliza el turno de mociones con la presentada por la Sra. Concejala no adscrita, Dña. Pilar Rivas Navarro en defensa de la reducción en origen de la producción y uso de plásticos y que cuenta con el siguiente tenor literal:
“
El Parlamento Europeo reclama una mejor gestión de los residuos plásticos y prohibir los microplásticos. En una resolución adoptada el pasado 13 de septiembre, el pleno del Parlamento Europeo se mostró favorable a la propuesta que la Comisión adoptó en enero en su "estrategia para mejorar la gestión del plástico en la UE, y en la que plantea que para 2030 todos los envases de plástico sean reciclables, así como que se reduzca el consumo de plásticos de un solo uso y el uso de microplásticos. Además la Eurocámara pidió que se prohibieran para 2020 los microplásticos añadidos de forma intencionada a los cosméticos, productos de cuidado personal, detergentes y productos de limpieza, estándares de calidad para aumentar la confianza del consumidor y que se redujeran de manera significativa la liberación de microplásticos en origen, para textiles, neumáticos, pinturas y colillas de cigarrillos.
Hasta ahora hemos externalizado nuestros problemas de residuos de plásticos a países como China y recientemente ésta ha decidido prohibir todas las importaciones de residuos plásticos de la Unión Europea. Desde el Parlamento Europeo se trabaja en una propuesta que será sometida a votación el próximo mes de octubre dirigida a prohibir los plásticos de un solo uso y concienciar a las empresas de embalaje para que cubran el coste de su gestión, que esperamos que se apruebe.
La Unión Europea produce unos 26 millones de toneladas de residuos plásticos al año. Menos del 30% de este total se almacena para reciclaje y se exporta a terceros países para su tratamiento. Todo lo demás acaba en vertederos, se incinera o va a parar a nuestros mares, ríos, bosques y playas.
La producción ha crecido un 50% en las últimas décadas y se espera que para 2020 se superen los 500 millones de toneladas anuales lo que supone un 900% de los niveles que había en 1980.
En el océano se tiene constancia de la aparición de hasta 5 islas de basura formada en su gran mayoría de plásticos, 80 mil toneladas métricas se encuentran actualmente a flote en los océanos. Cada segundo llegan al mar 200 kg de plástico y España es el segundo país en vertida de plásticos después de Turquía. Cuando se degradan después de cientos de años se convierten en microplásticos que entran en la cadena trófica y vamos acumulando en nuestros organismos.
Además de en peces para el consumo humano, se han encontrado micropartículas en la sal de mesa comercial y algunos estudios han demostrado que el 90% del agua embotellada y el 83% de la del grifo tienen microplástico.
Hay multitud de objetos de un solo uso, pajitas, vasos, platos... que son innecesarios y tienen alternativa y por tanto pueden eliminarse en origen. La cantidad de envases que envuelven nuestros alimentos deben también de disminuirse y aumentar su capacidad de reciclaje.
Es un error con gravísimas consecuencias a nivel global usar de manera masiva un material tan duradero para objetos desechables. Es un material caro y difícil de reciclar. Cuesta 100 veces más reciclar las bolsas que producirlas. Pero además es importante decir que, la gran mayoría de los monómeros usados para hacer plástico como el etileno o el propileno, son hidrocarburos fósiles y derivados del petróleo por lo que no es un material reciclable. Por tanto asumamos la realidad y no derivemos el problema a soluciones tecnológicas como la oxo-biodegración o hidro-biodegradación que aplican degradación química por oxidación o hidrólisis porque los fragmentos de bajo peso molecular conseguidos con estas técnicas son las que generan las micropartículas. Es en realidad, un costoso planteamiento que favorece solo a las empresas que comercializan esas supuestas soluciones. Por eso las soluciones deben pasar por la reducción de la producción y no fiarlo todo al reciclaje.
En España el problema de la generación de plásticos adopta dimensiones especiales en el sector agrario. Un millón de kilos anuales de plásticos solo en los invernaderos almerienses sin que la Junta de Andalucía haya puesto soluciones a pesar de la llamada de socorro de los agricultores. En 2015 se aprobó por unanimidad una PNL en el parlamento andaluz que pedía que se impulsara un Plan Integral de Eliminación de Residuos Agrícolas que a día de hoy no está en marcha.
Es importante conocer también la demanda de plásticos. Esta proviene en un 40% de empaquetado y embalaje, un 19,7 de la construcción, casi un 10% de la empresa automovilística y un 5,8 de la electrónica.
Son datos interesantes a saber que producir una botella de agua requiere 6 veces la cantidad de agua que contiene y que solo se recicla un 7% de estas botellas, o que de toda la basura de plásticos el 14% son provienen de envases de bebidas y estas tardan en degradarse en el agua más de 450 años.
Relativo a las bolsas generalmente de polietileno de baja densidad tardan en degradarse hasta 1000 años, mientras que el cartón tarda apenas 2 semanas. Pues bien cada día se usan más de un millón de bolsas por minuto, aunque solo la usamos una media de 15 minutos.
Y si lo que quieren son cifras económicas, los daños económicos causados por los desechos de plásticos en los océanos se estiman en cerca de 13 mil millones de euros al año.
Hasta que se degradan los objetos plásticos que llegan al mar, causan graven daños a la fauna marina. Actualmente una 700 especies de organismos marinos se ven afectadas por este tipo de contaminación de las cuales el 17% están catalogadas por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza están amenazadas o en peligro crítico. Cada año más de un millón de aves y más de cien mil mamíferos marino mueren como consecuencia de los plásticos vertidos al mar.
Los plásticos son la causa de 3 de cada 100 muertes de ballenas por la ingesta, pero pueden causar heridas, deformidades, e impedir que los animales puedan moverse para escapar de depredadores. En el mediterráneo las principales víctimas son las aves, el 35%, los peces en un 27% y los mamíferos marinos en un 13%. Todas las especies de tortugas marinas ingieren plásticos, un estudio de 10 años de WWF mostró que el 35% de los especímenes analizados habían ingeridos desechos de plásticos. El 18% de atunes y peces espadas tienen desechos de plásticos en el estómago.
Es evidente que los consumidores somos parte también, infinitamente más pequeña que los productores, pero también tenemos un papel en este tema, y es imprescindible que la información llegue a la ciudadanía y favorecer que se produzcan importantes cambios de comportamiento. Una sola persona puede dejar de generar hasta 100 botellas al año si dispone de una botella reutilizable.
Pese a todos estos datos disponibles al alcance de cualquiera el reciente RD 293/2018 relativo a la prohibición de la distribución gratuita de bolsas es insuficiente ante un problema que alcanza cotas catastróficas para la vida en el planeta.
Europa es el segundo productor de plásticos del mundo y el mediterráneo es la sexta zona con mayor acumulación de residuos marinos. Un 1% de las aguas del planeta que concentra el 7% de los microplásticos del mundo.
Hacen falta medidas más contundentes y eficaces. Evitar la producción de embalajes y plásticos de un solo uso y reducir en origen los residuos que se generan, modificar los sistemas integrados de gestión y promover la reutilización por delante del reciclaje. En definitiva se trata de acabar con la cultura de usar y tirar y alejarnos del consumismo.
Pero también la Directiva Europea podría ser más ambiciosa. No se plantea objetivos de reducción de plásticos como envases de alimentos o bebidas como sí hicieron para el caso de las bolsas en la Directiva 270/2015 de 29 de abril. El establecimiento de objetivos de reducción se deja a la competencia de los Estados y con la posibilidad de establecer el objetivo, seis años después de la trasposición de la Directiva al marco normativo interno, es decir previsiblemente no antes de 2027.
Si la Directiva Europea deja en manos de los Estado la demarcación de los objetivos y la normativa estatal se limita a ir a retortero y agotar los plazos, nuestra salud, la biodiversidad y los ecosistemas de los que dependemos quedan en manos de quienes actualmente marcan el ritmo de consumo con objetivos meramente mercantiles.
Dejar en manos de los Sistema Integrados de Gestión, como Ecoembes, la consecución del objetivo de reciclaje del 90% de las botellas de plástico es una irresponsabilidad en palabras de Ecologistas en Acción, una quimera puesto que ya han demostrado su ineficiencia durante 20 años.
Tanto Estados como Francia, algunas Comunidades Autónomas como las Islas Baleares o la Comunidad Valenciana han sido más ambiciosas e incorporan medidas más eficaces.
El RD 293/2018 que entró en vigor el pasado mes de marzo juega en realidad a cobrar céntimos por las bolsas, supone una medida con pocas aspiraciones siquiera para el Plan Nacional Integrado de Residuos (2008-2015). Bien es verdad que tiene un carácter disuasorio en el consumo, los Presupuesto Generales del Estado asumirán el coste de las campañas de sensibilización, obligatorias en el primer año y los gastos de gestión del Registro de productores de producto y delega a las CCAA y Ayuntamientos los gastos de sus campañas, hoy nulas en las tres Administraciones, por cierto.
Por poner algún ejemplo más Irlanda tomó medidas en el 2002 y redujo en un 95% el uso de las bolsas de 328 a 19 por persona al año, Reino Unido y Holanda introdujeron impuestos para gravar su uso.
La propia Comisión Nacional de Mercados y la Competencia afeó la medida puesta en España por introducir distorsiones desproporcionadas, haciendo referencia a que permite que las distribuidoras se apropien indebidamente de una renta que no les corresponden, la diferencia entre el coste de la bolsa para el distribuidor y el precio de venta al consumidor. Hay que decir que si el consumo de bolsas de referencia fuera el de 2014, el gasto de los ciudadanos en bolsas se elevaría a 788 millones de euros al año. Este beneficio es consecuencia de la fijación de un precio mínimo más elevado. La CNMC aboga por la creación de un tributo especial, a lo que le añadiríamos que se destinara a la mejora de la gestión de residuos y la innovación bajo los criterios de la economía circular.
Las soluciones pasan por introducir criterios de economía circular en la economía fiscal y reducir la producción por lo tanto los incentivos deben estar en la innovación y la disminución desde el origen. Al mismo tiempo se debe gravar la producción de plásticos, en lugar de poner todo el acento en la "valorización" de los residuos. De esta forma repartimos los costes entre administraciones esos 13 mil millones de euros al año que hoy recaen principalmente en los Ayuntamientos competentes hoy en la gestión de residuos.
A partir del 1 de enero de 2020 se vetarán completamente las bolsas de plástico fragmentables, es decir, las fabricadas con materiales plásticos que incluyen aditivos que catalizan esa fragmentación. A partir del 1 de enero de 2021 se prohibirán todas las bolsas hasta 50 micras. Solo se permitirá la entrega en los comercios de las bolsas compostables y que deberán cumplir los requisitos de la UE para que puedan acabar en un contenedor para bioresiduos o desechos orgánicos que los Ayuntamientos tendrán que empezar a implantar para cumplir con las directivas comunitarias.
Es necesario tomar medidas en los tres niveles administrativos, no solo se trata de aumentar el reciclaje, sino que sobre todo se trata de poner menos plásticos en nuestro medio ambiente, además de alcanzar el 100% del reciclaje para el 2030 por encima de lo que propone la directiva europea.
Estamos viviendo por encima de los límites planetarios, esto es algo constatado. Por ello, se necesitan adoptar indicadores consistentes que midan el consumo de recursos. Porque es preciso ajustar los objetivos vinculantes para 2020, 2025 y 2030 sobre la reducción del consumo de recursos con el fin de alcanzar los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU). Hay que lograr la gestión sostenible y la utilización eficaz de los recursos naturales en 2030. La generación de residuos está vinculada al uso de recursos finitos que no contabiliza la economía de libre mercado, pero que agotamos a gran velocidad.
Los impactos ambientales adversos tienen que estar incluidos en los costes de los productos. Las subvenciones públicas deben dejar de apoyar un sistema que destruye. Se deben apoyar los negocios de reparación, reutilización, rehabilitación y reciclado, desalentando la utilización de materiales de un solo uso y difíciles de reciclar. La responsabilidad ampliada del productor (servicios integrados de gestión) deben ser mejorados y ampliados para que incluyan la prevención y la reutilización. El diseño del producto es la piedra angular de la economía circular, respetando al pie de la letra la jerarquía de prioridades de esta economía prevención, reutilización y reparación y el reciclaje y utilización biológica.
Acuerdos
.
Por todo lo anterior se proponen para su aprobación los siguientes acuerdos:
1.- Instar al Gobierno Central y a la Junta de Andalucía a adaptar su normativa en el ámbito de sus respectivas competencias de forma que desarrollen todas aquellas actuaciones necesarias para alcanzar los objetivos establecidos en la Comisión Europea y que todos los envases del plástico del mercado sean reciclables para 2030, reducir el consumo de este material y restringir el uso de microplásticos, disminuir el empaquetado y que el usado sea reciclable.
2.- Instar al Ayuntamiento de Granada a que dentro del Plan de Acción de la Agenda 21 presente al pleno una batería de medidas para alcanzar lo antes posibles los objetivos marcados en el punto anterior.
3.- Instar a la Junta de Andalucía para que inicie los trámites administrativos para la aprobación de instrumentos legales para regular la producción, venta, utilización y reciclaje, incluyendo la prohibición de los objetos de plástico de un solo uso.
4.- Instar a la Junta de Andalucía a que dentro de su ámbito competencial tome medidas expresas para la recogida y gestión de los residuos marinos en los barcos y puertos andaluces.
5.- Instar a la Junta de Andalucía a la puesta en marcha el Plan Integral de Residuos Agrícolas.
6.- Instar al Ayuntamiento y la Diputación provincial a la puesta en marcha de campaña pilotos sobre la recogida selectiva de residuos orgánicos a la que debemos dirigimos en un corto espacio de tiempo en concreto en 2021, una campaña con un objetivo claro del fomento de la participación ciudadana en la gestión de residuos con criterios claros de economía circular y la puesta en marcha de sistemas de devolución y retomo tal y como marcan las cláusulas de contratos sobre compra pública, social y medioambientalmente responsables, materializando así los criterios verdes de compra en la contratación pública, priorizando, en su caso, la compra de objetos fabricados con materiales reciclados frente a los de nuevo uso.
7.- Instar al Ayuntamiento de Granada y la Diputación a promover Convenios con el sector empresarial de Granada y su Provincia (Cámara de Comercio, Federación de Hostelería...) para facilitar la disminución de la generación de plásticos en concreto, facilitar la recogida selectiva y evitar actitudes contrarias a la normativa y directrices europeas en la gestión de residuos. Y promover de esta forma la participación activa del sector empresarial en la necesidad de dar este giro de 180° en los planteamientos sobre residuos urbanos.”
Durante el transcurso del debate se producen las siguientes intervenciones:
………………………………………………………………………………
Tras el debate, se somete la moción a votación obteniéndose el siguiente resultado:
- 25 votos a favor emitidos por los 11 Concejales/Concejalas del Grupo Municipal del Partido Popular, Sres./Sras.: D. Fernando Arcadio Egea Fernández-Montesinos, Dña. María Rocío Díaz Jiménez, D. Juan Manuel García Montero, D. Juan Antonio Fuentes Gálvez, Dña. María Francés Barrientos, D. Ruyman Francisco Ledesma Palomino, Dña. María Telesfora Ruiz Rodríguez, Dña. Raquel Fernández Cruz, D. Antonio Jesús Granados García, D. Rafael Francisco Caracuel Cáliz y Dña. Inmaculada Puche López, los 8 Concejales/Concejalas del Grupo Municipal Socialista, Sres./Sras.: D. Francisco Cuenca Rodríguez, Dña. Ana María Muñoz Arquelladas, D. Baldomero Oliver León, Dña. María Raquel Ruz Peis, D. Miguel Ángel Fernández Madrid, Dña. Jemima Sánchez Iborra, D. Eduardo José Castillo Jiménez y Dña. María de Leyva Campaña, los 3 Concejales/Concejalas presentes del Grupo Municipal de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía (C’s), Sres./Sras.: D. Manuel José Olivares Huertas, Dña. Lorena Rodríguez Torres y Dña. Mª del Mar Sánchez Muñoz, 1 Concejal presente del Grupo Municipal Vamos, Granada, Sr. D. Luis de Haro-Rossi Giménez, 1 Concejal del Grupo Municipal de IUAS-GPG, Sr. D. Francisco Puentedura Anllo y 1 Concejala no adscrita, Sra. Dña. María del Pilar Rivas Navarro.
- 1 abstención por ausencia del Concejal del Grupo Municipal de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía (C’s), D. Raúl Fernando Fernández Asensio.
En consecuencia, el Ayuntamiento Pleno
acuerda
por mayoría (25 votos a favor y 1 abstención)
aprobar
la Moción de la Concejala no adscrita, Dña. Pilar Rivas Navarro en defensa de la reducción en origen de la producción y uso de plásticos, cuyo texto ha sido reproducido literalmente al comienzo del presente acuerdo.
Incidencias:
Página actualizada el: 23/10/2018 08:42
URL:
http://www.granada.org/segmociones.nsf/byclave/739D46F95511F5BFC125832F0024622C