El Anillo Verde, el proyecto medioambiental más ambicioso para Granada y que transformará con un nuevo skyline verde la imagen de la ciudad, ya es una realidad tras el inicio esta mañana de la plantación de los 675 árboles en la parcela municipal de calle Coso que en este 2020 comenzarán a dar forma a esta iniciativa del Ayuntamiento de Granada y la fundación Plant-for-the-Planet.
“Hoy damos un paso más en un proyecto transformador de Granada que seguro será ejemplo y motor del cambio para otras muchas ciudades de este país y de todo el mundo. Hoy empieza a cambiar la historia de Granada”, ha destacado durante el acto el alcalde de Granada, Luis Salvador, quien ha incidido en todo el trabajo que se lleva desarrollando desde prácticamente el inicio de este mandato por varias áreas del Ayuntamiento conjuntamente con Plant-for-the-Planet para desarrollar “un proyecto de envergadura, realmente sostenible y que aunará espacios de para un gran parque periurbano con zonas para plantaciones forestales”.
El alcalde, acompañado de las autoridades presentes en el acto; el presidente de la fundación Plant-for-the-Planet, Josep Santacreu; los mecenas del proyecto, Caspar Berendsen y Celia Muñoz; además de un grupo de niños y niñas, han depositado una palada de tierra sobre uno de los árboles que ya comienza a echar sus raíces para el Anillo Verde de Granada.
“Dentro de unos años, cuando miremos a Granada, veremos la Alhambra, veremos Sierra Nevada, veremos el Albaicín y veremos también un gran anillo verde, señal de que hemos conseguido que este proyecto fructifique y de que esta ciudad que ya es rica en patrimonio histórico y cultural y que está avanzando también para ser una ciudad de la tecnología y la innovación, será también una Ciudad Verde Europea que habrá conseguido mejorar su calidad del aire y ser mucho más eficiente, logrando ser una ciudad más accesible e inclusiva; una ciudad que ofrezca una buena calidad de vida”, ha remarcado Luis Salvador.
El presidente de Plant-for-the-Planet ha recordado los orígenes de la fundación, que se remontan a la “ilusión de un niño que 9 años” y al reto que lazó ante la Asamblea de Naciones Unidas para plantar un millón de árboles y luchar contra el cambio climático”. Así, Josep Santacreu ha incidido en que “el árbol es vida”, puesto que inciden en la salud humana y hay una correlación directa entre la calidad de nuestro entorno y el nivel de salud: “Por eso es tan importante para el ser humano y para el equilibrio climático la plantación de arbolado. Llenar una ciudad de árboles es regenerarla”.
Los representantes de la familia Berendsen, Gaspar Berendsen y Celia Muñoz, han trasladado públicamente el compromiso que han querido suscribir con el planeta y con las futuras generaciones y que tiene en Granada, ciudad de origen de Celia, un lugar de referencia. “Necesitamos la ayuda de las instituciones, pero también de empresas y ciudadanos para conseguir un planeta más verde y una Granada más sostenible”, ha aseverado Berendsen. En idéntico sentido se ha manifestado Muñoz, quien ha animado a las futuras generaciones a “trabajar para preservar Granada” y “juntos reducir la huella de carbono plantando árboles y recuperando la naturaleza que tanto nos ha dado y tanto necesitamos”.
Por último, el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía, Pablo García, ha agradecido al Ayuntamiento esta iniciativa que va a mejorar la calidad de vida de los granadinos, que van a poder contar con amplias zonas verdes para luchar juntos contra el cambio climático. “El Gobierno andaluz está muy comprometido con la 'revolución verde' con una clara estrategia a través de la economía verde, la transición energética y el cuidado del medio ambiente”, ha señalado García, quien ha apostillado que “todas las administraciones tenemos que luchar para reducir las emisiones contaminantes, desde el Gobierno andaluz tenéis nuestra mano tendida en esta revolución verde para Granada”.
UN ÁRBOL POR CADA GRANADINO
El proyecto del Anillo Verde pretende crear un nuevo ecosistema en Granada formado por especies autóctonas que se llevará a cabo mediante la restauración de bosques y otros paisajes en una superficie aproximada de 800 hectáreas de terreno alrededor de ciudad y sus municipios colindantes por un periodo de al menos 50 años. El proyecto, que se dividirá en varias etapas, planea plantar más de 200.000 árboles (olmos, almeces y especies autóctonas para la parte urbana; mientras que para las reforestaciones se seleccionarán especies más adecuadas a los terrenos, en su mayoría encinas, robles y enebros) para finales de 2030, siendo capaz de 'capturar' más de 200.000 toneladas de CO2 en el periodo medio de vida de un árbol, que son 40 años. Así, el total de dióxido de carbono 'capturado' cada año ascendería a 1.509 toneladas, una cifra considerable cuyo equivalente sería una absorción o captura de los contaminantes emitidos por 1.010 automóviles.
El establecimiento de este Anillo Verde buscar, por tanto, dotar a Granada de un “gran pulmón verde”, con nuevas áreas para el disfrute y el ocio de los ciudadanos, contribuyendo al bienestar de las generaciones actuales y futuras y en una permanente lucha contra el cambio climático.