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Industria y construcción
Conservación y restauración del patrimonio artístico
Descripción de la idea
Empresa especializada en trabajos de conservación y restauración del patrimonio histórico-artístico, abarcando un amplio conjunto de materiales (madera, piedra, vidrio, pintura, escultura y otros objetos como textiles y encuadernaciones) y ofreciendo servicios complementarios como asesoría en la materia, informes y estudios artísticos o históricos, catalogaciones, difusión del patrimonio...
Ubicación
La empresa deberá disponer de un taller para la restauración de objetos artísticos tales como cuadros, esculturas y otros objetos.
Lo más conveniente sería encontrar un local que reúna las condiciones apropiadas de luminosidad, ventilación y aislamiento, y que no suponga una carga excesiva para los costes fijos.
Como tampoco es necesario que el taller se encuentre céntrico, cualquier ubicación periférica puede valer.
Producción y aprovisionamiento
La empresa deberá realizar una gestión integral de los proyectos de restauración que acometa, desde la fase de elaboración de presupuesto, al diagnóstico, la elaboración del proyecto, la ejecución del tratamiento seleccionado y la entrega.
Será necesario dominar el amplio conjunto de técnicas específicas existentes, y en ocasiones, subcontratar determinadas tareas o trabajos con especialistas.
Mercado y clientes
El hueco de mercado surge por la necesidad de poner en valor el patrimonio histórico-artístico debido a las nuevas expectativas sociales y económicas, tales como la apuesta por la potenciación de una de las principales fuentes de riqueza de Andalucía como es el turismo, o la necesidad de mejorar la calidad de vida de la población que habita en los cascos históricos y los entornos patrimoniales.
Los principales clientes serán las administraciones públicas locales y regionales, debido al amplio legado monumental existente en Andalucía.
También habrá que intentar conseguir encargos de la Iglesia, de constructoras que subcontraten determinados trabajos de conservación, y de particulares que dispongan de patrimonio artístico.
Para poder alcanzar una estabilidad en los pedidos, una empresa de estas características deberá ofrecer sus servicios en una zona que abarque al menos a las cuatro provincias de Andalucía Oriental.
Comercialización y venta
Es importante activar al máximo la red de contactos personales en el sector y entre los clientes potenciales, para conocer todos los concursos públicos de licitación a los que se pueda optar.
También parece aconsejable una campaña comercial que incluya visitas personalizadas a esos clientes potenciales y algunas pequeñas acciones publicitarias como la edición de folletos, página web y anuncios en revistas especializadas ó incluso en páginas amarillas.
A medio plazo la mejor publicidad de la empresa será sin duda el boca-oído, es decir las referencias por el buen trabajo realizado.
Recursos humanos
Para poder abarcar el conjunto de disciplinas planteadas será necesario contar con un equipo multidisciplinar de al menos 3 personas donde cada una se especialice en alguna de ellas.
En conjunto, deben disponer de la cualificación universitaria necesaria, preferiblemente en Bellas Artes, y dominar las técnicas de conservación y restauración aplicables en cada caso, reciclando constantemente sus conocimientos a través de acciones de formación continua.
En ocasiones, la realización de determinados pedidos o trabajos puede dar lugar a la contratación temporal de un equipo de restauradores/as, que en la medida en que la empresa consolide su posición en el mercado podrían llegar a ser contratados indefinidamente.
Posibles innovaciones
Es útil la utilización de las últimas tecnologías para el diagnóstico de las piezas a restaurar. Esto se puede hacer bien mediante equipos propios, lo cual supondría un nivel de inversión muy superior, o mediante la subcontratación de esas tareas con los escasos laboratorios que ya disponen de esos equipos.
Reglamentación
Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación; ley 21/1999 de 17 de marzo, de Medidas para la Calidad de la Edificación, y otra normativa sobre calidad en la edificación (Ministerio de Fomento).
Inversión
La inversión necesaria debería incluir un conjunto de maquinaria y herramienta básica, un ordenador portátil, una furgoneta, que inicialmente podría ser de ocasión, y una provisión de fondos de tesorería que permita hacer frente a los plazos de pago de la administración pública, que será el principal cliente.
En conjunto, estas cantidades podrían ascender a un mínimo de 30.000 euros, aunque si se quiere disponer de cierta maquinaria de diagnosis y de una furgoneta nueva, la inversión puede suponer más del doble, superando incluso con creces los 60.000 euros.
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