Formada durante los últimos meses de 1916 gracias a la voluntad y esfuerzos de su primer director, José Montero Gallegos, la Banda Municipal de Música de Granada hizo su presentación oficial el 1 de enero de 1917 durante los populares actos de la Toma. Desde aquellos tiempos, en los que deambulaban por la ciudad figuras como Manuel de Falla, Francisco Alonso, Ángel Barrios o Federico García Lorca, han transcurrido más de cien años durante los cuales la agrupación no ha cesado de enriquecer la intensa vida musical granadina.
Historia
Organizada durante los últimos meses de 1916, la Banda Municipal de Música de Granada, ya con su primer director titular José María Montero Gallegos y 45 músicos, hizo su presentación oficial el 1 de enero de 1917 en los populares actos de la Toma. Su primer reglamento se aprobó en julio de ese mismo año y en él se especificó el sueldo y cometido de los admitidos, que fueron divididos en las funciones de director, subdirector, solistas, músicos de primera, segunda, tercera y educandos. Estas categorías subsistieron hasta 1954, año en el que un nuevo reglamento les reconoció a todos la misma designación. Durante estos primeros años sus funciones consistían en conciertos semanales en los paseos, plazas o teatros designados, actos oficiales, y actuaciones en las fiestas de barrios y en los pueblos en los que se requería su presencia. La labor de la banda durante esta época fue reconocida en diversas ocasiones por la prensa (especialmente en concursos y certámenes), que destacó, asimismo, la labor como compositores de su director, José Montero, y también de músicos como Alfredo Baldrés, Francisco Sarabia o Luis Megías. Eran estos unos días en los que no resultaba extraño ver pasear y pararse a escuchar a la Municipal a personajes como Francisco Alonso (que la dirigió en algunas ocasiones, especialmente sus obras), Manuel de Falla (del cual asiduamente se interpretaba su Danza del fuego en un arreglo de José Montero autorizado por el maestro), Ángel Barrios (quien también empuñó la batuta ocasionalmente), o Federico García Lorca (conocido y amigo de algunos músicos).
Pasaron los años de la República, con sus himnos libertarios y homenajes al proletariado; y después vino la Guerra Civil, con sus purgas y cantos de propaganda nacional. Los años de posguerra trajeron consigo nuevas incorporaciones de músicos retornados del frente y otros provenientes de la Banda del Ave María. Así se volvió a la “normalidad” de los conciertos, en especial en el quiosco del Paseo del Salón. En 1947 se jubiló José Montero y poco después se designó director interino a José Sapena, que tan solo estuvo en el cargo tres meses. Durante los cinco años que siguieron, dirigió la banda el trompetista y subdirector Ventura Clarés, con la ayuda de Luis Megías y Genaro Galisteo. Ya en 1953 tomó posesión de la plaza el valenciano José Faus, quien inició un período de treinta años caracterizado por los habituales conciertos del Salón, que se hicieron imprescindibles en la rutina dominguera granadina, y por su ineludible presencia en los numerosos actos festivos de la ciudad. Durante esta época se incorporó la famosa Granada de Agustín Lara como colofón a los conciertos populares.
Tras la jubilación de José Faus en 1983, accedió al cargo como director, de forma interina, el sargento músico de la Banda del Regimiento Córdoba 10 Miguel Sánchez Ruzafa, quien, ya en 1992, fue nombrado Coordinador Técnico Musical. Durante su etapa de más de treinta años, la banda abandonó el quiosco y pasó a actuar en escenarios como el Auditorio Manuel de Falla, el Teatro Isabel la Católica, la Plaza de las Pasiegas o el Patio del Ayuntamiento, y se incluyeron partituras novedosas para la formación, como la música coral, el jazz, la copla o el flamenco, al tiempo que paulatinamente se fue otorgando una mayor importancia a la música procesional de Semana Santa.
Desde la jubilación de Miguel Sánchez Ruzafa en noviembre de 2019, el Coordinador Técnico Musical Adjunto, Ángel López Carreño, dirige a la ya centenaria formación en el inicio de una época llena de retos y esperanzas.
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