De la política al arte
De la política al arte
Exposición Itinerante: 50 años de Carteles Soviéticos
El cartel propagandístico político como una forma de arte en sí mismo se estableció originariamente en el país soviético, el primer estado socialista del mundo. La enorme tarea de construir una nueva sociedad, sin precedentes por su naturaleza y alcance, exigió el desarrollo de nuevos medios de comunicación de propaganda masiva, y, de forma principal, el desarrollo del cartel político con su irresistible poder de impacto en millones de personas.
El cartel político soviético surgió en 1918 entre las dificultades y el heroísmo de la Guerra Civil. Tanto artistas ya conocidos en el campo del grafismo satírico ruso como A. Apsit, D. Moor, V. Deni y M. Cheremnykh, como artistas jóvenes como V. Mayakovski, N, Kochergin o V. Lebedev, enfocaron su talento hacia la creación del cartel como una forma de arte. La gran oportunidad que ofrecía el potencial del cartel para llegar a grandes masas de gente y de transmitir nuevas ideas, atrajo a maestros ya famosos en otras áreas del arte, como por ejemplo B. Kustodiyev, S. Chekhonin y V. Kozlinsky.
Uno de los artistas soviéticos creadores de cartelería con mayor talento e inspiración fue Dimitri Moor (Orlov). Fue capaz de entender el carácter específico del lenguaje del cartel como ningún otro, y consiguió capturar la esencia de este tipo de arte. Al comienzo, el cartel soviético no podía retroceder a la tradición desarrollada en el periodo prerrevolucionario. En la Rusia zarista el cartel constituía fundamentalmente un instrumento de publicidad, y se encontraba lejos del desarrollo social y político de la época. La principal contribución de Moor fue su imaginería mordaz, sucinta y muy figurativa, acorde con el espíritu de la época heroica, y que desarrolló en un tiempo notablemente corto, aprovechando su experiencia en gráficos revolucionarios rusos del período 1905-1907 y en arte popular. Su famoso cartel “¿Te has ofrecido voluntario?” se convirtió en el criterio estilístico para el nuevo arte del cartel. Un ejemplo similar es el cartel “Wrangel aún está vivo. ¡Ejecutadlo sin piedad!”. La principal característica del trabajo de Moor es esa naturaleza movilizadora y heroica que reflejaban sus obras. “La historia del nabo robusto” es un ejemplo de un cartel satírico. En este caso, en lugar de crear una única imagen simbólica, Moor hace uso de una narrativa detallada, manteniendo la tradición del arte popular ruso “lubok”.
Otro artista destacado, Victor Deni (Denisov), trabajó casi exclusivamente dentro del género del cartel satírico. Con un comienzo como caricaturista, se basó fundamentalmente en el legado de los gráficos de revistas seleccionados por sus imágenes satíricas y mordaces, y su precisión en la interpretación de los detalles. Un claro ejemplo de ello es su cartel “El manifiesto real”.
Las ventanas de la ROSTA (carteles creados por la Agencia Telegráfica Estatal Rusa) ocupan un lugar especial en la historia del arte de la propaganda soviética. Estos carteles satíricos destacaron por su relevancia actual, su respuesta directa a los acontecimientos del momento, y se exhibieron de inmediato en escaparates. Al principio, los carteles eran pintados a mano en una única copia, pero más tarde fueron duplicados gracias al uso de plantillas. La publicación de las ventanas de la ROSTA comenzó en Moscú en 1919 gracias a la iniciativa de M. Cheremnykh, y la idea fue rápidamente aprovechada por V. Mayakovski. Más tarde se unieron I. Maliutin, A, Lavinsky, D. Moor y A. Niurenberg. En la mayoría de los casos, los carteles se parecían a los actuales cómics, una historia creada en forma de secuencia de imágenes que relatan los episodios de un evento. Los carteles ROSTA se definían por ser muy concisos a la hora de expresar los conceptos que se intentaban transmitir al espectador. El mejor ejemplo de ello son los carteles de Vladimir Mayakovski. La convencionalidad de su dibujo y de su esquema de color, su carácter satírico y sus composiciones rotundas, dotaban a sus obras un aire grotesco, como por ejemplo en el cartel "¡Ofrece tu ayuda!".
Las ventanas de la ROSTA tenían filiales asociadas en muchas ciudades por toda Rusia. Las más importantes fueron las ventanas de Petrogrado, donde trabajaban los artistas W. Kozlinsky, V. Lebedev y L. Brodaty. Las ventanas de Petrogrado eran muy diferentes de las creadas en Moscú, dado que utilizaban un soporte de linograbado para los carteles.
Vladimir Kozlinsky fue uno de los artistas más representativos de las ventanas de Petrogrado, un artista que produjo una gran cantidad de caricaturas de revistas y diseños teatrales. La mayoría de sus carteles se distinguían por sus enérgicas líneas simplificadas y el agudo contraste de sus planos de color. Un ejemplo de ello puede verse en su obra "¡Los muertos de la Comuna de París se han levantado bajo la bandera roja de los soviets!”.
Vladimir Lebedev, destacado ilustrador de libros, que también creó numerosos dibujos de gran calidad y acuarelas, diseñó algunos carteles muy interesantes. Lebedev desarrolló su propio estilo, combinando hábilmente formas representativas y elementos de la impresión en sus composiciones. Un buen ejemplo de este estilo es su cartel apelando a los campesinos para alimenten a los soldados que luchan en el frente para defender su tierra y su libertad.
La Guerra Civil y la lucha frente a la contrarrevolución fueron los temas principales de aquellos años pero, sin duda, no los únicos. Desde los primeros días de su existencia, el joven estado soviético se propuso enormes tareas en el terreno de la cultura, que incluían la lucha contra el analfabetismo, la preservación de obras de arte históricas y el mantenimiento de las tradiciones artísticas. Dos ejemplos de carteles dedicados a esta temática son "El conocimiento romperá las cadenas de la esclavitud" de Alexei Radakov, y "¡Ciudadanos, conservad los monumentos artísticos del país!", de Nikolai Kupreyanov. En su cartel "8 de marzo - Día de la Emancipación de la Mujer", Adolf Strakhov personificó vívidamente la imagen de la mujer ocupando un nuevo lugar en la sociedad soviética.
El primer período del desarrollo del cartel tal y como lo hemos descrito aquí, finaliza con la obra de Sokolov, "¡Dejad que las clases dominantes tiemblen ante la revolución comunista!", donde la imagen de Lenin simboliza la unidad de todos los trabajadores del mundo.
La siguiente etapa en la historia del cartel político es el período de rehabilitación de la economía nacional y la construcción pacífica del socialismo. Desde mediados de los años veinte en adelante, nuevos temas dominan el arte soviético: la industrialización del país y la colectivización de su agricultura, el movimiento obrero de choque y la alta prioridad dada a la educación de la generación más joven, la construcción de una nueva cultura soviética y la propaganda antirreligiosa, la solidaridad proletaria con otras naciones del mundo y el fortalecimiento del estado soviético frente a la agresión fascista.
Todo ello se reflejó en las obras “Estamos acelerando hacia el socialismo", de Mechislav Dobrokovsky; "El plan quinquenal en cuatro años significa más acero y carbón para el país", de Sergei Sakharov y Nikolai Shislovsky, "¿Estás listo para la siembra de primavera?", de Alexei Kokorekin; "Somos jóvenes leninistas" de Vladimir Konashevich; "El sectario es el títere de los Kulak" de Mikhail Cheremnykh, "Osoaviakhim es el punto de apoyo del trabajo pacífico y la defensa de la Unión Soviética", de Georgi Alexeyev, y "Romped las cadenas del fascismo mundial", de Sofia Adlin.
Los artistas jóvenes buscaron nuevas formas de representación. El trabajo de muchos artistas de carteles reveló el deseo de crear una imagen artística basada en material fáctico concreto. Una de las manifestaciones de esta tendencia, especialmente evidente a principios de la década de 1930, fue el recurso frecuente al fotomontaje, una técnica que permitió al cartel acercarse aún más a la realidad, ser lo más fiel posible a la vida. Un ejemplo característico de esta nueva forma de representación fue el cartel de Gustav Klutsis: "La URSS es la brigada de choque del proletariado del mundo entero”.
El trabajo de Alexander Deyneka jugó un papel muy importante en el desarrollo del cartel durante los años treinta. Sus impresiones son notables por su enfoque incisivo y personal sobre el tema, su composición dinámica, su dibujo altamente expresivo y la unidad de su esquema de color general. En su cartel: "Aptitud física", Deyneka creó una imagen cargada de energía y optimismo, una imagen que puede considerarse justamente como el símbolo de todos los jóvenes constructores del socialismo.
Durante la Gran Guerra Patriótica de 1941-45, el cartel se impuso sobre otras formas de arte. A lo largo de la guerra no fueron solo los artistas profesionales del cartel los que trabajaron en este campo, como por ejemplo, D. Moor, M. Deni, V. Koretsky, A. Kokorekin, L. Golovanov o V. Ivanov, sino también pintores, artistas gráficos y escultores, por ejemplo V. Serov, A. Kazantsev, F. Reshetnikov, D. Shmarinov, V. Pincchuk y otros. Esto se debió en gran medida a que el cartel ofrecía la oportunidad de reaccionar rápidamente a los acontecimientos que ocurrían en todo el país y de participar activamente en la lucha contra el enemigo. Las ventanas de la TASS (carteles creados por la Agencia Telegráfica de la Unión Soviética) publicaron carteles en multitud de ciudades por todo el país.
En aquellos años, así como durante la Guerra Civil, había dos tipos distintos de carteles, el heroico y el satírico. Entre los carteles satíricos, destacan las obras de Los Kukryniksy (un seudónimo de tres artistas, M. Kupriyanov, P. Krylov y N. Sokolov). En el cartel "Solíamos lancear al enemigo hasta la muerte...”, los artistas dibujan un vívido paralelismo entre la invasión de Hitler y las incursiones sin gloria en Rusia por agresores extranjeros en el pasado.
De los carteles del período de la Gran Guerra Patriótica se puede rastrear claramente el desarrollo en el frente y seguir el difícil camino del pueblo soviético hacia la victoria. Los carteles entre 1941-43 generaron una llamada persistente para vengar la tierra devastada y a las personas que perecieron tanto en el campo de batalla como en sus ciudades de origen, y que fueron llevadas a la esclavitud fascista. El mejor ejemplo de ello es el cartel de Anatoli Kazantsev: "¡Liberadme!", una airada acusación de los carniceros fascistas por todas sus viles atrocidades.
La misión liberadora del pueblo soviético es el tema del cartel de Dementi Shmarinov: "El Ejército Rojo trae la liberación del yugo fascista". Este cartel apareció en calles y plazas de Polonia, Hungría, Checoslovaquia y Rumanía. La alegría de acercarse a la victoria que impregna este trabajo se transmite a través del esquema de color boyante y la figura de avance del soldado.
En el transcurso de cincuenta años, gracias a los esfuerzos de muchos artistas, se ha establecido una fuerte tradición del cartel soviético. Estas tradiciones están siendo desarrolladas y enriquecidas por jóvenes maestros soviéticos. El cartel moderno se caracteriza por un mayor énfasis en sus cualidades decorativas y un amplio uso de la alegoría y el simbolismo. Esto es especialmente observable en las composiciones que tratan sobre los principales problemas actuales: la lucha por la paz mundial, la conquista del espacio y el movimiento de liberación nacional. Ejemplos de ello son los carteles: "¡Paz para el mundo!", de Vilen Karakashev, los carteles de Oleg Savostiuk y Boris Uspensky sobre el primer vuelo del hombre al espacio, o el cartel de Yuri Galkus: "¡No a la guerra!".
Del mismo modo, muchos artistas continúan desarrollando una variedad de técnicas para el tratamiento monumental y de género del cartel. Un excelente ejemplo de este tipo de trabajo es la obra de O. Savostiuk y B. Uspensky: "¡Sigue la revolución!", dedicado al quincuagésimo aniversario de la Gran Revolución de Octubre.
Esta edición contiene ejemplos de carteles políticos soviéticos de diversos períodos de la historia de la Unión Soviética. El presente volumen es una secuela de un álbum anterior, El Cartel Político Soviético, que se ha publicado en dos ediciones en 1973 y 1975.